lunes, 1 de enero de 2018

Gota de lluvia nocturna en la ventana

Latido va, latido viene
Tic Tac Tic Tac
Gota viene, gota va
Lip Blub Lip Blub

Una gota se desliza por la ventana...
sus compañeras la observan desde cerca...
en esta silenciosa noche
en la que cada gota,
cada hálito de vida,
busca su ser, su hogar.

Toda gota busca el mar,
el océano de donde partió;
mas durante el transcurso de todo este sueño
ninguna gota ha dejado de ser el agua que es,
el ser que la conecta con el todo
del que nunca se alejó.

Mi corazón, todo corazón, es una bella y apacible gota
que nunca ha dejado de ser agua, de ser lo que es,
y en esa seidad está unido al todo
donde no hay ni el más mínimo problema.

En esta gota-todo-corazón reside y late todo lo que es,
y se desvanece todo lo que no es.
Late la plenitud y la paz,
en un oasis indescriptible donde no hay tiempo, lugares
ni nada que las palabras puedan pronunciar.
Solo hay Algo que no es algo,
y que siempre está abismalmente presente,
bondad pura más allá de la bondad,
paz interior más allá de lo que se puede contar,
Algo intemporal que lo llena todo
y con su presencia desvanece y vacía todas las
ilusiones efímeras que nunca existieron.

Algo intemporal que siempre lo ha llenado todo,
que siempre ha estado presente,
Algo, Algo, Algo que no es algo
pero que lo es todo y que tiene pleno sentido.
Nada más tiene pleno sentido.
Nada más existe.
Pero la gota-todo-corazón
nunca habrá dejado de latir,
blub blab blub blab
siendo lo que es, siendo lo que será,
un latido sin latido,
de amor, plenitud y eternidad.
Plena bondad más allá de todo.

La gota ha llegado a su destino.
Siempre estuvo ahí.
Su destino siempre estuvo cumplido,
simplemente ser lo que es
en este momento intemporal.