La dualidad es separación, limitación, carencia, escasez.
Es una ficción, algo falso, una creencia, una ilusión o sueño
del que se puede despertar.
Tarde o temprano se produce el despertar.
Ninguna mente puede no despertar,
pero cada mente puede elegir cuándo despierta.
Todas las mentes despertarán como una sola Mente.
Tras despertar se experimenta la plenitud no-dual.
El estado natural o despierto es totalmente satisfactorio,
es como si se te cumplieran simultáneamente todos los deseos.
Cuando la mente despierta, goza de plenitud.
Y reconoce que nunca estuvo dormida.
El dormir o soñar fue ilusorio; ni siquiera ocurrió.
Por lo tanto el despertar también es algo ilusorio,
es la última de las ilusiones.
Pero una vez acabado el chiste
se reconoce que nunca hubo dormir
ni hubo necesidad de despertar.
Esto, no obstante, no tiene sentido para la mente que aún no ha despertado,
por lo que la mente durmiente no tiene nada mejor para sí que despertar.
Tras experimentar el despertar —la última de la ilusiones—
todo estará completamente claro.